GURDJIEFF, G.I.

GURDJIEFF, G.I.

GURDJIEFF, G.I.

El método seguido por Gurdjieff en Relatos de Belcebú –y en cierta medida también en sus demás obras– es diametralmente opuesto a la comodidad a la que estamos tan acostumbrados. Su principal preocupación fue siempre hacer que la persona aprendiera por si misma y, por ello, nunca facilitó nada a sus alumnos ni trató de convencer a nadie. Al contrario, se esforzó porque el enfoque de sus ideas fuera complejo, tanto intelectual como emocionalmente. La lectura de esta obra suscitará inevitablemente en el lector un conflicto interno de negación y afirmación, sin el cual, la verdadera comprensión no puede llegar a producirse. La dialéctica de Gurdjieff penetra mucho más allá de la mente, En palabras de J. G. Bennett: «Gurdjieff no podía ignorar la hostilidad que provocaría en el lector al ofender, como lo hace, todos los cánones del gusto literario y personal, dando la impresión de una vanidad pueril que raya en la paranoia, pues poseía un conocimiento muy completo de los seres humanos y sabía la reacción que cualquier tipo de estímulo provoca en ellos. Además, carecía totalmente de vanidad, mucho más que cualquier otra persona que hayamos conocido.