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Reseña de «Árboles, energías sanadoras» en la Revista IMO

 

 

Antes que nada dar las gracias a Camila Rowlands por este precioso libro y por las excelentes fotografías, algunas me han dejado sin aliento como por ejemplo: el gigante de la página 40, o el de la página 84, la foto de la página 72 no tiene desperdicio, ya que dan ganas de alargar el brazo y tocar el tronco, de la especie que se encuentra a la izquierda, en la foto de la página 94 me ha hecho mucha gracia encontrarme con una ardilla de  ojillos espabilados mirando curiosa al lector.

Se nota que la fotografía ha estado muy,  muy cuidada y ha conseguido expresar la magnitud de estos colosos, viviendo en bosques donde la delicadeza se hace patente con la diversidad de especies y florecillas.

La autora me ha llevado desde los tiempos primitivos, explicando cómo los primeros pueblos erigieron su cultura, rodeada al sustento y las medicinas que estos árboles le ofrecían, hasta el momento actual hablando con naturalidad de cómo estamos desconectados y rodeados de pantallas, tanto enfrente nuestra, como en nuestro propio bolsillo.

Nombra filósofos griegos, textos bíblicos, renacimiento, romanticismo y deidades de forma tan breve, que te quedas con ganas de más.

Su paseo por la mitología me hace la boca agua.

Solo con leer el título de algún capitulo ya es suficiente para que me aferre con más interés al libro “Tótems” árboles sagrados, arboles simbólicos. Cuenta el vínculo con su propio árbol sagrado de celtas y diferentes tribus.

También relata la relación de deidades como Vishnu, Krishna, y  Shiva con ciertos árboles como el árbol Bael o el árbol Peepal entre otros y, claro está aquí, ya no me puedo contener y me pongo a indagar y ver fotos de estos magníficos árboles.

Nos narra sobre el árbol de la “vida” en diferentes culturas, también el árbol del “conocimiento” o el árbol de la charla; este me ha encantado, porque es donde los ancianos de algunas tribus africanas, celebran sus reuniones, para tomar las más importantes decisiones sobre los asuntos del poblado, y por último el árbol “cósmico” vinculado con los Mayas.

Dentro del espacio las tradiciones relacionadas con los árboles,  el más desconocido para mí ha sido el árbol de los novios. Esto se hace en India, el novio y la novia plantan 2 árboles sagrados, uno junto al otro y los protegen con una cerca, para que puedan crecer unidos y florecer, muuuuy romántico.

Los maestros del Tao, sabían que además de transformar el dióxido de carbono en oxígeno, los árboles tienen la generosa capacidad de absorber las vibraciones negativas y transmutarlas en energías sanas, actualmente hay muchos estudios que lo demuestran, los biólogos ya se han encargado de investigar la vibración de los árboles y de cómo afectan y sanan a los humanos.

Para culminar el libro nos dirige en unos ejercicios meditativos fantásticos, en los cuales nos pone a trabajar todos los sentidos e incluso más allá, elegir ese “ser” verde que nos llama.

Camila hace mención de un pensamiento del Dr. Edward Bach

Descubridor y creador de los remedios de las flores de Bach:

A través de su alta vibración determinadas flores, arbustos y árboles silvestres, tienen el poder de aumentar nuestras vibraciones humanas y dejar expeditos nuestros canales a los mensajes de nuestro yo espiritual… no curan atacando directamente la enfermedad, sino invadiendo nuestro cuerpo con las bellas vibraciones de nuestro Yo Superior, ante cuya presencia la enfermedad se derrite como la nieve al sol. No hay verdadera curación sin un cambio de orientación de la vida, sin paz en el alma y la sensación interior de felicidad.

Acabo contándoos un secreto, yo también abrazo y hablo con los árboles igual que Camila y sé de qué habla, hay un árbol precioso en un paseo que más de una vez me ha hablado mientras lo estaba abrazando, es una experiencia que hay que sentirla.

Os invito a hacer los ejercicios sensoriales que Camila explica y disfrutar del bosque, dejándoos las pantallas y los quehaceres en la mochila, estando presentes en el momento de abrazar un árbol, de sentirlo, de comunicarnos visualmente y con el resto de los sentidos.

Gracias y mil gracias Camila Rowlands, decir que me has dejado con la miel en la boca y que tengo ganas de más.

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