LAS TEMPESTADES…Todavía impacta aquella lectura transitada en el bachillerato con la alegría del descubrimiento. Se trata de El Loco de Kahlil Gibrán. Evocamos que el poeta leía a su madre sus textos, sobre los cuales ésta analizaba con acuciosa sapiencia y serenidad. Pulsaba su punto culminante. Ya a más de medio siglo de existencia, volvemos a leer al poeta, quién publicaría entre las dos primeras décadas de los años 90 abundantes ensayos y poemas en árabe. Se trata de Las Tempestades (Editorial Sirio Argentina, 2001). Entre una noche y un Amanecer, podemos leer: calla corazón, porque el espacio no te escucha. Calla, pues el aire, cargado de lamentos y sollozos, no detendrá tus himnos. Calla, porque los fantasmas de la noche no se ocupan del susurro de tus secretos y el cortejo de las sombras no va a detenerse ante tu sueño. Calla, corazón, permanece mudo y sé paciente….Increpar al corazón desde el corazón mismo, entre lémures y lamentos, permite que los espíritus de la noche anden díscolos, aviesos. La aurora valida al que sabe esperarla… calla corazón y escucha la palabra…Gigran Jalil Gibran, (1883-1931), del Líbano, además de ser pintor.