Ferran Renau ha sido arquitecto, diseñador, profesor en una Escuela de Arte y Diseño y educador en el Institut de Ciències de lEducació de la Universidad de Barcelona. Pero nunca abandonó el primero y más extraño de sus aprendizajes: «Suponedme a mí, estudiante de arquitectura, de regreso a casa por vacaciones. Y de pronto llaman a mi padre desde una fábrica o desde un pueblo. Necesitan agua, a veces desesperadamente. Mi padre acude, detecta con su péndulo, señala un lugar exacto y dice por ejemplo: Agua a los 42 metros. Después llega una perforadora, hace su trabajo y a esa profundidad exacta no solo sale agua, sino que sale con el caudal y la calidad anunciados por mi padre. Eso, repetido muchas veces, abrió en la parte racional de mi cerebro un boquete que nunca se cerró Años después, esa amplitud de criterio me condujo hacia el fascinante mundo que explico en este libro».
