A veces, una palabra tiene el poder de transformar por completo el significado de una frase. Lo que parecía una afirmación inocente puede volverse limitante, o una queja puede convertirse en oportunidad con solo cambiar un término. Pero ¿y si además te dijese que todos estamos a una sola palabra de empezar a ser millonarios? Esta palabra en cuestión centra uno de los capítulos de Un bolsillo feliz lleno de dinero de David Cameron Gikandi. Un libro que no solo nos ayudará a atraer dinero, sino a transformar nuestra conciencia para vivir desde la abundancia, la gratitud y el propósito. Todo ello a través de enseñanzas que combinan física cuántica, espiritualidad y principios de manifestación.
Un lenguaje preciso
A lo largo de Un bolsillo feliz lleno de dinero, nos daremos cuenta de la importancia de cuidar nuestras palabras, pensamientos, acciones y estados cuando queremos alcanzar un propósito, ya que el universo trabaja con precisión con cada uno de ellos. En este sentido, cuando hablamos de riqueza, David Cameron Gikandi propone eliminar la palabra ‘necesitar’ de nuestro lenguaje y nuestro estado de ser, y sustituirla por la palabra ‘desear’.
«Necesitar os transmite a ti y al universo que no tienes algo (primer error) y que te encuentras en el estado de no tenerlo y a la vez deseando tenerlo (segundo error). El problema se agrava por el hecho de que necesitar es un estado perpetuo. Como estado, es en esencia irreversible. Piensa en ello.»
A pesar de lo que pueda parecer, nunca obtenemos lo que necesitamos. Para que podamos entender esta idea, Gikandi ofrece el siguiente ejemplo. Cuando tenemos hambre y comemos, pasamos de un estado de necesidad al estado de obtener. Tenemos necesidad de comer, abrimos el frigorífico y cogemos una pieza de fruta, por lo que pasamos automáticamente al estado de obtener.
Este cambio inconsciente se produce fácilmente todo el tiempo en nuestra vida, pero solo a pequeña escala. La situación se complica cuando en lugar de comer porque tenemos hambre, lo que necesitamos es, por ejemplo, un millón de euros. Especialmente, cuando nunca hemos tenido acceso a esta cuantiosa suma económica. Es en este tipo de casos cuando Gikandi propone eliminar de nuestro vocabulario la palabra ‘necesitar’ y todos sus equivalentes.
Es cierto que la diferencia entre necesitar y desear es muy sutil. A veces incluso imperceptible. Ya decíamos al comienzo de esta entrada que el universo manifiesta con enorme precisión tus pensamientos, por lo que los resultados derivados de emplear una u otra palabra, son enormes. Cuando utilizamos la palabra ‘necesitar’ le estamos diciendo al universo que cree las condiciones que mantengan esa carencia, por tanto se hace imposible que obtengamos lo que deseamos.
Gikandi explica en Un bolsillo feliz lleno de dinero que «no necesitar un resultado en particular en el momento presente libera a tu mente subconsciente de todos los pensamientos relativos a por qué no puedes obtener un resultado en particular. Esto, a su vez, abre el camino hacia la consecución del resultado que fue proyectado conscientemente y con intención.»
Disfruta el Aquí y Ahora
Recuperamos el ejemplo del millón de euros. Nos hemos marcado este objetivo, pero los eventos del momento presente parecen indicarnos que no vamos por el buen camino. Es aquí donde Gikandi nos propone aceptar la situación y no luchar contra ella. En este sentido, el autor defiende que si nos desapegamos de ese momento presente y mantenemos la certeza sobre el resultado, lograremos alcanzar nuestro objetivo.
«La certeza te permite relajarte; sabes que la riqueza está en camino, independientemente de lo que esté trayendo el momento presente ahora mismo.
La falta de desapego equivale a resistencia, y aquello a lo que nos resistimos persiste.»
Gikandi nos invita a acoger el momento Ahora en toda su plenitud, sin arrepentirnos de cosas que ocurrieron en el pasado o desear que éste hubiera sido diferente. Disfrutar del Aquí y Ahora es «la forma más rápida de crear un futuro magnífico».
Como puedes ver, una palabra puede marcar la diferencia entre vivir en carencia o en abundancia. Cambiar “necesitar” por “desear” no es solo un juego de lenguaje, sino un giro profundo en nuestra forma de relacionarnos con la realidad. Tal y como propone David Cameron Gikandi en Un bolsillo feliz lleno de dinero, cuando dejamos de hablar desde la falta y comenzamos a pensar, sentir y actuar desde la certeza de que ya somos ricos, el universo responde con precisión. Porque la verdadera riqueza no se persigue: se recuerda, se declara y se vive, palabra a palabra, momento a momento.