
En la entrada del blog de esta semana queremos hablarte de una de las muchas herramientas para superar el duelo que se recogen en el libro Cuando todo cambia: la importancia del duelo. Y lo hacemos en una época del año en la que el recuerdo de quienes ya no están con nosotros cobra un significado especial dada la proximidad del Día de Todos los Santos o Día de Difuntos.
Este título, una de nuestras novedades de octubre, se presenta como una guía efectiva que nos ayudará a curar el dolor de la pérdida y avanzar en la vida con un sentido y propósito renovados. No obstante, el duelo del que se habla en el libro no se asocia exclusivamente al fallecimiento de un ser querido. El duelo puede adoptar muchas formas.
Y, precisamente, pensando en cómo enfocar esta newsletter sin caer en tópicos, se nos ha venido a la cabeza una canción de Leiva que, creemos, encaja a la perfección. Se trata de El polvo de los días raros. Es posible que Leiva no haya leído Cuando todo cambia: la importancia del duelo, al menos de momento, pero esta canción guarda una estrecha relación con el libro. Si quieres saber más sobre este título y la conexión que existe con este tema ¡sigue leyendo!
Las caras del duelo
Normalmente, solemos asociar la palabra duelo al proceso que se inicia tras el fallecimiento de un ser querido o, incluso, tras una ruptura sentimental. Sin embargo, el duelo puede ser consecuencia de la desaparición de un lugar al que solías ir en la infancia, o de la pérdida de la noción de quiénes somos.
Así lo entienden los cinco autores autores (Russ Harris, Alexandra Kennedy, Sameet M. Kumar, Mary Beth Williams y Soili Poijula) de Cuando todo cambia: la importancia del duelo, un libro eminentemente práctico en el que se incluyen diversas herramientas para afrontar y superar el duelo, que los lectores pueden poner en práctica sin la necesidad de la ayuda de un profesional.
Así, el libro se estructura en cuatro partes que organizan todos los consejos, ejercicios y herramientas en función de su finalidad (estrategias para superar el alivio inmediato, cómo asimilar una pérdida, encontrarle de nuevo sentido a la vida y problemas especiales). En cada sección, los autores explican detalladamente cada recurso y cómo aplicarlo de manera efectiva.
«Todos los ejercicios de este libro han sido bien investigados y ampliamente probados en cientos, si no miles, de personas que buscaban ayuda para sus sentimientos de aflicción, dolor y luto, y por ello podemos afirmar con seguridad que al menos una herramienta de este libro te funcionará.»
El polvo de los días raros
Efectivamente, Leiva no es el único artista que aborda el tema del duelo por una ruptura en sus canciones. Sin embargo, con este tema, Leiva está llevando a la práctica una de las herramientas para superar el duelo que nos propone Alexandra Kennedy en Cuando todo cambia: la importancia del duelo.
Según la autora, cuando se lidia con la tristeza y las emociones que surgen tras el final de una relación, sea cual sea la causa de la ruptura, escribir una carta puede darte la libertad de expresar todo aquello que has guardado o callado durante este tiempo. Aunque esa persona nunca reciba ni lea la carta, el acto de escribirla te ofrece un espacio seguro para liberar tus sentimientos. Probablemente, ‘la carta’ de Leiva llegue a oídos de la persona a la que se dirige. Y es que El polvo de los días raros no es otra cosa que una carta a la que se le añade música.
«Todo esto, al fin y al cabo, no es nada personal.
Mendigarte un simple abrazo se hace demasiado hostil.
Juanchito ya no vive aquí, es un verano extraño.
De repente, la ciudad huele demasiado a ti.
Una minúscula señal, un movimiento caro.
Proyectarme en los demás se hace demasiado hostil.
El duelo suele ser así, un algoritmo exacto.
De repente, la ciudad huele demasiado a ti.»
Empezar una carta no significa completarla en una sola sesión. Puedes dejarla en standby y continuarla más adelante. Independientemente de cómo la escribas, es muy importante expresarte con libertad, sin reescribir tus pensamientos ni tus sentimientos. Debes dejar que salga al papel lo que llevas dentro. Si no sabes cómo empezar, te dejamos algunas preguntas que te pueden servir de ayuda.
- ¿Qué lamentas? ¿Qué aprecias? ¿Qué te hace sentirte resentido? ¿Qué echas de menos?
- ¿Qué has reprimido?
- ¿Qué problemas se han interpuesto entre vosotros?
- ¿Qué estás dispuesto a soltar? ¿Qué quieres continuar?
- ¿Qué aprendiste de esta relación?
- ¿Qué promesas hiciste a esta persona?
- ¿Ha llegado el momento de reevaluar esas promesas?
El tiempo no es importante
El duelo no sigue un calendario ni tiene una fórmula exacta, y cada persona lo experimenta de manera distinta. Sin embargo, acercarnos a él con herramientas como las que propone Cuando todo cambia: la importancia del duelo puede ayudarnos a poner palabras a lo que sentimos y encontrar un espacio de alivio dentro del dolor. Lo importante no es cuánto tiempo lleve superar la pérdida, sino permitirnos vivirla, reconocer nuestras emociones y, poco a poco, encontrar maneras de seguir adelante sin apresurarnos ni juzgarnos.
El duelo es personal, pero compartir experiencias, canciones o ejercicios puede recordarnos que no estamos solos en él. Y, en medio de esos días raros, incluso las pequeñas señales de expresión y cuidado hacia nosotros mismos pueden convertirse en verdaderos actos de justicia para nuestro corazón.






