En España, el 27 de octubre se conmemora el Día Nacional del TDAH, jornada que sirve para concienciar sobre este trastorno, desmitificar prejuicios y promover el apoyo y la comprensión hacia las personas que lo padecen. Uno de los desafíos más importantes en cuanto al TDAH es la detección tardía. Son muchas las personas que llegan a la edad adulta sin diagnóstico, cargando con etiquetas injustas que impactan en su autoestima y oportunidades de vida. Y el mundo empresarial, lejos de estar aislado, también refleja esta realidad.
Si eres lectora habitual de nuestro blog, es posible que sepas de la importancia de combinar emoción y lógica para lograr que un plan de negocio llegue a buen puerto. Te lo contábamos en la entrada dedicada al libro Escoge sabiamente a tus enemigos de Patrick Bet-David. Y aunque es cierto que no todas las ideas pueden convertirse en un éxito, puede que te preguntes: ¿por qué, a pesar de aplicar lo aprendido de expertos en emprendimiento, mis proyectos no prosperan? La respuesta no siempre está en la falta de estrategia. No, no tienes mal ojo para los negocios: es posible que tengas TDAH.
Ahora todo tiene sentido de Alex Partridge no es un libro sobre negocios y empresa, pero en él podemos encontrar la respuesta a nuestro «fracaso» empresarial. El autor nos cuenta cómo su diagnóstico de Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) fue clave para entender las razones por las que abandonaba todos sus proyectos empresariales, hasta el punto de llegar a plantearse el tirar la toalla de manera definitiva: «En ese momento no sabía que tenía TDAH; pensaba, de verdad, que era un desastre y que no servía para emprender».
Emprendimiento adaptado al TDAH
Según relata Alex Partridge en Ahora todo tiene sentido, todas sus empresas previas al diagnóstico, pasaban por las mismas 5 fases. Tenía una buena idea, se entusiasmaba, invertía tiempo y dinero, obtenía beneficios moderados y perdía el interés en el proyecto. Este ciclo de entusiasmo repentino seguido de agotamiento es típico de las personas con TDAH.
Del mismo modo que Patrick Bet-David apela a la emoción como elemento clave para alcanzar el éxito, Alex Partridge aboga en Ahora todo tiene sentido, por elegir proyectos que conecten con nuestras motivaciones reales. El autor habla de «La estantería de las ideas», un método que consiste en aparcar temporalmente las nuevas ocurrencias y retomarlas solo si, pasadas dos semanas, la ilusión sigue intacta. De esta forma, el impulso inicial se convierte en un filtro de compromiso.
En esta nueva fase es vital tener claro nuestro porqué, es decir, el motivo que nos impulsa, ya que será lo que nos mantenga en marcha cuando se pase la euforia inicial. Es importante, según Partridge, pensar si el proyecto que se va a emprender está alineado con lo que de verdad nos importa. De no ser así, es posible que se abandone si las cosas se tuercen y nadie quiere perder tiempo y dinero sin necesidad.
Ya tenemos una buena idea y, además, conecta con nuestras motivaciones más profundas. La pregunta ahora es: ¿se adapta a las particularidades del TDAH? Alex Partridge señala que montar un negocio que encaje con la manera de pensar de una persona con TDAH implica dos pasos: ser honesto con uno mismo; es decir, determinar qué partes del proyecto se nos da bien, y cuáles deben recaer en otras personas; y asegurarnos de que el negocio no caiga en la rutina.
Evitar que un negocio se estanque
Alex Partridge propone en Ahora todo tiene sentido 4 ideas para no caer en la última fase del ciclo de entusiasmo repentino propio de las personas con TDAH.
- Tomar distancia cuando empieces a aburrirte.
- Tratar cada nueva habilidad como un «miniproyecto».
- Crear una nueva rutina.
- Convertir en juego las partes difíciles.
Todos estos consejos son desarrollados de manera extensa por el autor en el capítulo del que hemos extraído toda esta información. Sin embargo, como decíamos antes, Ahora todo tiene sentido no es un libro de negocios. En él se abordan otros temas interesantes como las relaciones de pareja o la crianza cuando se tiene TDAH.
El testimonio de Alex Partridge refleja de manera poderosa cómo un diagnóstico tardío de TDAH puede transformar la comprensión de la propia vida: lo que antes parecía caos, fracaso o falta de voluntad adquiere un nuevo significado cuando se entiende desde la neurodivergencia. Su experiencia no solo valida la de muchas personas que descubren su condición en la adultez, sino que también invita a la reflexión sobre la importancia de visibilizar el TDAH en todas las etapas, para que nadie tenga que esperar tanto tiempo para que, finalmente, todo empiece a tener sentido.
Conscientes de la necesidad de visibilizar esta realidad, en nuestro catálogo encontrarás también títulos como Mentes Divergentes de Jenara Nerenberg o Mujeres con TDAH de Sari Solden y Michelle Frank, una de nuestras novedades para noviembre. Nuestra apuesta es clara: contribuir, a través de los libros, a la concienciación en torno al TDAH, especialmente en el marco de su Día Nacional.