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Saverio Tomasella habla en VerdeMente sobre la hipersensibilidad en la etapa infantil

Saverio Tomasella

 

El psicólogo francés Saverio Tomasella, autor del libro Niños sensibles, niños felices, es entrevistado en la revista VerdeMente. A continuación, un extracto de la misma.

 

VerdeMente: ¿Qué es la hipersensibilidad?

Saverio Tomasella: En Europa, definimos a las personas muy sensibles simplemente como aquellas más sensibles que la mayoría. Representan a más del 20% de la población. Se caracterizan por su empatía, su intuición, su creatividad, su originalidad, sus fuertes emociones, su sentido del detalle, sus matices y sutilezas. 

En Estados Unidos, la hipersensibilidad o «sensibilidad del tratamiento sensorial» se considera un aspecto importante del tratamiento cognitivo de los estímulos físicos, sociales y emocionales. Estas personas se caracterizan por una tendencia a detenerse a verificar cuando se encuentran en nuevas situaciones, a una mayor sensibilidad a los estímulos sutiles y a la implementación de procesos cognitivos más profundos en acciones vinculadas a la adaptación, con una mayor capacidad de respuesta emocional.

V: Ha centrado gran parte de su investigación en torno a ella, y su repercusión en distintos grupos de edad.

ST: Mi investigación se centra fundamentalmente en el trauma, los desastres, los exilios, el duelo y el abandono. Sin embargo, como músico, siempre me ha interesado la sensibilidad humana. Hace unos diez años, extendí mi investigación a la alta sensibilidad o hipersensibilidad. Estoy convencido de que la alta sensibilidad es un fenómeno reciente que surge del endurecimiento de las sociedades occidentales como resultado de la globalización. Hablar de alta sensibilidad es una manera de enfatizar lo mucho que nuestras sociedades se han vuelto menos sensibles y hostiles a los seres humanos. De hecho, la alta sensibilidad concierne a niños, adolescentes, adultos y personas mayores.  

V: ¿Por qué centra su estudio en este libro en los niños?

ST: La niñez es el período más importante de la vida durante el cual el niño establece su concepción de la vida, sobre sí mismo y el modo de relacionarse. Es durante la niñez y la adolescencia cuando podemos ayudarles a aceptar su sensibilidad, a controlarla y a desarrollarla, con objeto de que pueda expresarla  de la mejor manera.

V: ¿Cómo repercute la hipersensibilidad en los distintos momentos del crecimiento? 

ST: A lo largo de su crecimiento, el niño necesita toda la atención de ambos padres. El bebé debe estar rodeado de dulzura, ternura y mucha calma. El niño pequeño necesita ser apoyado, alentado en sus descubrimientos y consolado cuando siente desilusiones. A menudo le teme a lo que es grande y al mundo en general, así que debemos tranquilizarlo. A partir de los 7 años, el niño desarrolla sus propios pensamientos y los adultos deben respetarlos. A partir de los 10 años, quiere ser más autónomo y, cuando se convierte en un adolescente, es cuando manifiesta su deseo de tener amigos y relaciones románticas. Una vez más, espera a que sus padres le dejen descubrir la vida para establecer sus propios puntos de referencia a través de la buena comunicación con ellos.

¿Cómo choca la hipersensibilidad con la educación tradicional?

La educación tradicional es jerárquica: el niño debe obedecer al padre que impone su voluntad y sus ideas. Esta educación no es buena para el desarrollo del niño y para su despertar. Incluso puede llegar a ser perjudicial, lo cual es desastroso. Un niño muy sensible sufre enormemente cuando se le educa de esta manera: es infeliz, sufre, languidece y pierde la confianza en sí mismo. No se trata de reprender a los niños,  someterlos o adiestrarlos,  sino de despertarlos. Para ello debemos al menos respetarlos, creer en ellos y amarlos…

 

Accede a la entrevista completa en el enlace que adjuntamos.

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